La pandemia de COVID-19, sigue en su acelerada expansión global causando estragos y dolor. En Centroamérica, desde su inicio, ha mostrado una fuerza preocupante. Es un virus nuevo. La humanidad ha tenido que aprender sobre la marcha de los aciertos y errores cometidos en la adopción de medidas de prevención, en la estrategia de búsqueda de casos, realización de las pruebas, vigilancia de contactos, en la atención a sospechosos y de los enfermos detectados.
El esfuerzo y sacrificio de las y los trabajadores de la salud que han estado en primera línea con las acciones de prevención y atención es enorme, incluyendo en todas las áreas de trabajo donde aseguran el funcionamiento de las unidades de salud, aún a costa de su salud y de su vida. Este noble esfuerzo ha permitido el metódico trabajo de evaluar, investigar y recomendar las mejores opciones basadas en la evidencia. Es un aprendizaje muy costoso, pero también son muy valiosos los logros alcanzados en el conocimiento científico, cuya utilidad se demuestra día a día con claros resultados comprobables.
Nos llena de orgullo la abnegación y entrega que han demostrado todos los profesionales y técnicos que conforman el personal de salud, en la ardua y dolorosa lucha contra la pandemia de COVID-19 a lo largo y ancho del planeta. A partir de este reconocimiento, el Comité Científico Multidisciplinario (CCM) quiere invitar y llamar la atención de todas las personas que hoy laboran en unidades del primer nivel, en clínicas y en hospitales del sector público y privado de Nicaragua, para expresar algunas consideraciones que, basadas en evidencias científicas comprobadas, serán de utilidad en momentos de incertidumbre y apremio:
- Por formación, experiencia y responsabilidad ética con la salud de las personas, los trabajadores y trabajadoras de la salud estamos comprometidos con la búsqueda y aplicación del conocimiento científico más actualizado como fundamento en que basamos nuestras decisiones. La acelerada expansión del COVID-19 y el rápido avance de la ciencia en esta pandemia, hace más exigente nuestro compromiso de verificar opciones que preserven la salud y salven vidas.
- Debe asegurarse que todas las áreas de trabajo cuenten con protocolos y planes científicamente fundamentados y actualizados. En base a ellos, los trabajadores y trabajadoras deben haber recibido una capacitación adecuada en su aplicación. Cada equipo de trabajo debe evaluar la disponibilidad y calidad de estos protocolos, sus equipos de protección personal y sus propias capacidades de ejecución. En el caso de identificar carencias, debe demandarse a los niveles gerenciales su adecuada revisión y el completamiento de estos.
- La aplicación de normas, protocolos y planes debe ser evaluada de cara a los resultados, facilitando la discusión colectiva en los equipos de trabajo y la asesoría de parte de profesionales más experimentados. Se requiere contar con acceso a información y asesoría científica en la red de comunicación digital.
- Debe ser de máxima prioridad la protección de la salud y vida de los trabajadores de salud. Además de ser responsables consigo mismos/as y con sus familias, se trata también de ser responsables con toda la población. La creciente denuncia mundial de contagios y muertes en el personal de salud ha puesto en evidencia la pérdida de capacidad de respuesta en la primera línea de combate a la epidemia. Tenemos la obligación de exigir y usar adecuadamente los equipos de protección personal, demandando su disponibilidad en calidad y cantidad adecuadas, según su exposición al riesgo.
- Los trabajadores de salud, debemos ser más responsables y ejemplares con las medidas de protección; desinfectar las áreas de trabajo y de descanso (portar botellita de solución clorada y desinfectar instrumentos, superficies y objetos), mantener la segura distancia física, protegernos con el lavado de manos con agua y jabón por más de 40 segundos, al transportarnos de ida y de vuelta, así como al llegar a casa para proteger a su propia familia.
- Se deben eliminar las condiciones que generan altos niveles de estrés y cansancio excesivo en los trabajadores y trabajadoras de la salud que laboran en el contexto de esta epidemia. La experiencia mundial indica que se generan mayores riesgos y se reducen capacidades de atención. Debe darse prioridad a la organización de los servicios según horarios y días, que permitan el adecuado descanso reparativo. El disponer de atención psicológica adecuada al personal de salud ha obtenido notables resultados positivos.
- Es imprescindible que el personal de salud conozca la situación real a la que se enfrenta. Debe analizarse diariamente la información epidemiológica y de servicios, tanto la que se registra en la propia unidad de salud como la que se produce en otras unidades del territorio y a nivel nacional.
- Es ineludible que las instancias de dirección y todos los equipos de trabajo dispongan de información completa, veraz y oportuna, a fin de mantener un análisis actualizado de la situación y posible comportamiento de la epidemia en la población y territorio bajo su responsabilidad y de las condiciones en los servicios. De esta manera se pueden reorientar y ajustar los planes y protocolos.
- El personal de salud, por su rol y como unidad de servicio, deben vincularse con su entorno social y ejercer su liderazgo y asesoría científica con la población y las diferentes instituciones gubernamentales y sociales en el territorio con el fin de motivar y orientar el compromiso de todos en su propio beneficio. Es nuestra responsabilidad ser transparentes con la información epidemiológica y propiciar su análisis territorial y multisectorial a fin de consensuar medidas locales de prevención basadas en la higiene, mantener y mejorar servicios (agua, basuras, transporte) y el distanciamiento social. Las acciones educativas, basadas en la evidencia, fortalecen la prevención del contagio en las comunidades reduciendo la tensión en los servicios y mejorando la efectividad del trabajo en las unidades.
- Como parte de nuestro compromiso y responsabilidad, el CCM, pone a disposición de todos los trabajadores y trabajadoras de la salud, sus recursos de información científica y asesoría técnica, aspirando dar un aporte útil y confiable, ante la grave situación que se avecina. Estamos a su disposición en nuestra página WEB: http://comitecientificomultidisciplinario.org/ y en los canales de comunicación directa que allí se incluyen.
Juntos todos y todas podemos… La salud está en nuestras manos